Las 10 plazas de toros más antiguas de España

No es necesario ser un experto o un aficionado a la tauromaquia para descubrir la belleza y los secretos que guardan algunas de las plazas de toros más antiguas de España. Unas destacan por su monumentalidad, otras por el enclave y el entorno donde fueron construidas, algunas por su ingenioso diseño arquitectónico y también las hay que pueden presumir de haber sido lugar de encuentro de personalidades de los ámbitos más diversos.

Te gusten o no los toros, es interesante conocer cuáles son y dónde están las 10 plazas de toros más antiguas de España, porque si viajas y pasas cerca de una de ellas, su visita puede llegar a sorprenderte. La mayoría e las plazas monumentales son del siglo XVIII y muchas han sido declaradas Bien de Interés Turístico, Cultural e Histórico. Recorremos la geografía española para descubrirlas.

Plaza de toros de Béjar (Salamanca)

Está considerada la plaza más antigua de España y por esa razón se la llama cariñosamente ‘la ancianita’. Se encuentra en la localidad salmantina de Béjar, en un lugar privilegiado, en lo alto del Monte del Castañar, junto al santuario de la virgen del mismo nombre y desde este punto se puede disfrutar de magníficas vista de la ciudad de Béjar.

La actual plaza hecha en piedra y madera se inauguró en 1711 aunque se cree que el lugar que ocupa, se celebraban festejos taurinos ya en 1667. Fue restaurada en el siglo XIX, momento en que el coso pasó a ser circular ya que, como curiosidad, el primero que tuvo era rectangular. Aún pueden verse vestigios de la primitiva plaza en parte del tendido excavado en la propia piedra del monte. El edificio central conserva el palco presidencial, la enfermería y las taquillas.

Plaza de toros de Campofrío (Huelva)

Con más de tres siglos de historia, la plaza de Campofrío ‘disputa’ a ‘la ancianita’ el título de plaza de toros más antigua de España, aunque el coso onubense es de 1716. Es también plaza monumental y su construcción está ligada a la cofradía de Santiago Apóstol, que fue la impulsora dada la afición al toro de lidia existente en la comarca minera.

Bonita y de líneas arquitectónicas sencillas, es una armoniosa plaza redonda, con un ruedo de algo más de 50 metros de diámetro, en la que destaca el rectángulo que forman los toriles. También llama la atención la distribución irregular de los burladeros. La plaza está hecha en mampostería, con doble muro encalado y parte de su encanto es el paisaje de caseríos y bosque que la envuelve.

Plaza de toros de Almadén (Ciudad Real)

El coso de Almadén, también conocido como Plaza Nueva, es Monumento Histórico Artístico y una de las pocas plazas de toros (quizá la única) de forma hexagonal. Su construcción data de mediados del siglo XVIII (1752 – 1757) y está ligada al desarrollo minero de extracción de azogue (mercurio) que tuvo lugar en la zona durante esa época.

En su exterior, la plaza está rodeada por 24 viviendas de dos plantas, todas con sus balcones de rejería, como si el coso fuera el particular patio de una comunidad de vecinos. Esas viviendas eran alquiladas y las rentas, unidas a la recaudación de las corridas, sirvieron en su momento para la construcción del Hospital de Mineros de San Rafael. Tras una profunda remodelación en 2003, en la que se respetó su curiosa forma y los materiales constructivos básicos: ladrillo y forja, la plaza alberga, en la actualidad, un hotel, un restaurante y la sede de la oficina comarcal de Turismo, entre otras instalaciones.

Plaza de toros de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real)

A unos 6 kilómetros de Santa Cruz de Mudela, en Ciudad Real, se encuentra esta plaza, incluida en la Unión de Plazas de Toros Históricas siendo, además, Bien de Interés Cultural desde 1981. Fue construida anexa al Santuario de Las Virtudes formando un bello conjunto arquitectónico de características únicas. Es un coso cuadrado, con parte de su cerramiento porticado, en el que destaca la galería alta con su elegante balaustrada en madera en rojo almagre.

Esta ermita-plaza es el siglo XVII y se estima que el coso podría haber sido utilizado desde 1650 no solo en festejos taurinos, sino también para la celebración de distintos espectáculos, casi como un corral de comedias.

Aunque no seas aficionado a los toros, algunas de las plazas más antiguas de España son monumentos de máximo interés arquitectónico, artístico y cultural

Plaza de toros de Ronda (Málaga)

Propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, esta es una de las plazas más conocidas por distintos motivos. En su tendido, se han sentado personalidades tan populares como Orson Welles o Ava Gardner y su famosa corrida Goyesca, celebrada por primera vez en 1954, sigue siendo todo un acontecimiento taurino y social, sin olvidar también su famoso espectáculo de los enganches. La plaza fue inaugurada en 1785 y es Bien de Interés Cultural.

Fue construida en piedra arenisca, bajo la dirección del arquitecto Martín de Aldehuela, y su belleza y armonía radican en la elegancia de su doble galería de arcadas que protegen el tendido, bajo el que se encuentra el Museo de la Tauromaquia.  Ronda y su plaza se consideran la cuna de la tauromaquia moderna representada por grandes figuras del toreo de las dinastías Ordoñez y Romero. Sin duda, es visita imprescindible en el recorrido por hermosa ciudad malagueña.

Plaza de toros de Zaragoza

La también llamada Plaza de la Misericordia, ésta es es una magnífica edificación de 1764 que ha experimentado distintas remodelaciones a lo largo de su historia hasta presentar su actual aspecto. Fue mandada a construir por Ramón Pignatelli, con idea de dedicar la recaudación de corridas y espectáculos a subvencionar la Casa de la Misericordia y su hospital (de ahí el nombre).

La plaza posee una armoniosa fachada, en madera, ladrillo y mampostería, que se estructura en tres plantas, con galerías de arcos de medio punto que definen su inconfundible estilo neomudéjar.

Su ruedo, de casi 50 metros de diámetro fue el primero en España en contar con una cubierta móvil que permite cerrar completamente la plaza para la celebración de todo tipo de eventos.

Plaza de toros de Rasines (Cantabria)

Es la más antigua de Cantabria y se incluye, también, entre las plazas de toros históricas de España. Fue construida en 1758 y presenta distintas particularidades que la convierten en una pequeña joya cuya visita sorprende.

Se encuentra a las afueras del municipio de Rasines, inmersa en el propio y verde paisaje cántabro, en un lugar denominado El Cerro. Al igual que la plaza de Santa Cruz de Mudela, su coso es cuadrado y también se levantó anexo a una ermita, en este caso a la de los Santos Mártires. Hecha en madera y piedra tosca, en la pequeña plaza se han celebrado festejos taurinos y también ha servido de escenario de espectáculos de teatro y danza. Sus burladeros en esquina, el austero palco principal y los árboles, que parecen vigilar el coso, dotan de un encanto especial a la popular plaza cántabra.

Plaza de toros de Aranjuez (Madrid)

La plaza de toros de Aranjuez es parte del rico patrimonio del Real Sitio y uno de los cosos más antiguos de España. Fue construida en 1796 e inaugurada al año siguiente por Carlos IV y su esposa María Luisa de Parma.

Reconstruida en 1829, tras el grave incendio que sufrió en los inicios de siglo, el ruedo de Aranjuez sigue siendo uno de los más grandes de toda España y por él han pasado grandes figuras del toreo durante sus más de 200 años de historia, desde Pepe Hillo, hasta Lagartijo o el maestro Belmonte. La plaza es Bien de Interés Cultural y visitarla implica poder pisar el histórico ruedo y descubrir algunos de sus entresijos acercándonos al Museo Taurino que guarda en su interior.

Plaza de toros de Tarazona (Zaragoza)

La llamada Plaza Vieja de Tarazona impresiona por su singularidad desde el punto de vista urbanístico, ya que se trata de un ruedo de planta octogonal rodeado de edificios de viviendas, como si fuera un patio interior. De hecho, cada casa tenía un balcón directo al coso desde el que presenciar corridas y espectáculos.

La plaza se inauguró en 1792 y estuvo en uso hasta 1870, fecha en la que se acordó la construcción de una nueva plaza. La Plaza Vieja es hoy uno de los principales monumentos de Tarazona y en ella se siguen celebrando eventos culturales y sociales.

Plaza de toros La Maestranza de Sevilla

Es una de las plazas de toros más bellas e importantes no solo de España sino del mundo y es propiedad de la Real Maestranza Sevilla. Su origen se remonta a 1730, cuando la Real Maestranza construyó, en la zona del Arenal, una primera plaza rectangular y en madera. La actual no estaría finalizada hasta más de un siglo después, ya que, el edificio quedó completamente cerrado en 1881.

La monumental plaza sevillana es un polígono irregular de 30 lados que, extrañamente, resultan llenos de armonía presentando, en general, un estilo tardo barroco. La maestranza merece una visita detenida para conocer los secretos que guarda y también para observar algunos de sus bellos elementos arquitectónicos como su portada principal o el palco del Príncipe, reservado a la familia real.