10 pueblos celtas en España dignos de visitar

¿Cuánto sabes de los celtas? Este pueblo guerrero y especialmente hábil en el arte de la metalurgia, pobló la Península Ibérica antes de la llegada de los romanos, y lo hizo, nada más y nada menos que durante siete siglos.

La cultura céltica hispana comparte muchas características con las que habitaron en otros enclaves europeos, aunque con peculiaridades propias determinadas por el clima y la geografía peninsular.

El principal testimonio de esta cultura prerromana lo constituyen los denominados castros, los cuales se concentran en su mayoría en el norte del país. Se trata de poblados fortificados, rodeados de fosos y murallas, ubicados en zonas naturales de difícil. En su interior, se encontraban las casas y lugares de culto.

¿Quieres saber cómo eran estos castros o poblados celtas? No te puedes perder lo que viene a continuación.

Castro de Santa Trega (Pontevedra)

La Comunidad de Galicia es, quizá, la que mayor número de castros celtas concentra. Al descubierto, pueden contarse más de un centenar mientras que, todavía enterrados, la cifra se multiplica por 10.

El gran yacimiento arqueológico de Santa Trega tiene sus orígenes documentados en el siglo IV a.C.  La muralla acoge en su interior un importante territorio que se extiende 700 metros de norte a sur y 300 metros de este a oeste, dando lugar a uno de los mayores castros descubiertos en Galicia.

El gran yacimiento arqueológico de Santa Trega incluye uno de los castros de mayor tamaño descubiertos en Galicia

Las cabañas del poblado presentan la típica forma circular en su planta, aunque, también, las hay rectangulares, constituyendo una excepción. En el interior de algunas de ellas, pueden observarse bancos adosados o, incluso, los agujeros en los que se ajustarían las puertas.

Castro de Baroña (A Coruña)

Declarado Bien de Interés Cultural, este castro de la provincia de A Coruña, se ubica en un enclave mágico. Es, por ello, uno de los más visitados de toda Galicia.

A las orillas de la Ría de Muros y Noia, en el concejo de Porto do Son, se alza un castro formado por una veintena de casas, rodeadas por una espléndida muralla. Las excavaciones de mediados del siglo XX sacaron a la luz, además de las primeras casas, objetos materiales como hachas, anillos, fíbulas, cerámica, etc.

Situado a orillas de la Ría de Muros y Noia, es uno de los castros más visitados de Galicia.

El descubrimiento en la cima del castro de una serie de rocas orientadas astronómicamente hacia los solsticios de invierno y verano, junto con otros símbolos, ha llevado a pensar que, el yacimiento, podría ser un santuario galaico.

A Cidade (Orense)

A Cidade (La Ciudad), constituye un importante legado de la cultura celta. Sus grandes dimensiones son el motivo del nombre de este extraordinario poblado fortificado.

A Cidade está ubicado a 469 metros de altitud. Las primeras excavaciones demostraron que, este enclave había sido habitado, de manera continuada, desde el siglo II a.C. hasta el siglo II d.C. Por ello, en él, se pueden advertir claros signos de romanización.

Se estima que aquí vivieron, al mismo tiempo, entre 2.000 y 3.000 personas, una cifra muy elevada en comparación con la población habitual de un castro: entre 100 y 150.

Pese a su gran extensión, tan solo se ha excavado el 15% de su totalidad. En su interior, se estima que llegaron a habitar entre 2.000 y 3.000 personas, una cifra muy elevada en comparación con la población habitual de un castro: entre 100 y 150.

Castro de Cervantes (Lugo)

Este complejo arqueológico muestra testimonios arquitectónicos de varias culturas y periodos de la historia, lo que nos hablade la gran riqueza de recursos de este enclave.

Desde el castro celta, se suceden varios vestigios relacionados con explotaciones acuíferas de los siglos I y II, e, incluso, una necrópolis bajomedieval y una iglesia, que ocupan el terreno del castro.

En este yacimiento puedes encontrar vestigios de varios periodos históricos: desde los celtas hasta la época medieval.

Del poblado castreño, se documentaron hasta 23 viviendas en muy buen estado de conservación. La altura de los muros sobrepasa, en algunos casos, los dos metros y medio, una cualidad inusual y excepcional.

Castro de Viladonga (Lugo)

Situado en el yacimiento de Castro de Rei, en la provincia de Lugo, este conjunto arqueológico salió a la luz con las excavaciones que comenzaron a principios de los años 70.

La datación de las estructuras descubiertas las sitúa en torno a los siglos II y V d.C., por lo que estamos ante un conjunto excepcional para entender cómo evolucionó el mundo castreño tras la conquista romana.

El yacimiento de Castro Rei es uno de los más importantes para entender la evolución de la cultura céltica tras la conquista romana.

Situado a unos 550 metros de altitud, esta integrado por dos terrazas naturales y una acrópolis de gran tamaño en su centro. El conjunto está rodeado por murallas y fosos. Además, se han descubierto las viviendas y las construcciones que conformaron los distintos barrios de este castro.

Castro de Castromao (Orense)

A 732 metros de altitud, sobre un monte ubicado en el lugar de Santa María de Castromao, se encuentra uno de los principales referentes de la cultura de los castros del noroeste peninsular: el castro de Castromao.

Las excavaciones han demostrado un asentamiento de gran duración en el tiempo, concretamente desde los siglos VI y V a.C. hasta el siglo II d.C., de ahí la clara romanización de parte del conjunto.

El castro de Castromao tiene una superficie de 20.000 metros cuadrados, rodeados por una muralla de más de 480 metros.

Su muralla, que se extiende a lo largo de 485 metros, rodea una superficie de unos 20.000 metros cuadrados. En su interior, se han descubierto 70 estructuras e, incluso, una calle enlosada.

Castro de Coaña (Asturias)

El Castro de Coaña es el más conocido de todos los ubicados en Asturias. Una de las razones es su temprano descubrimiento – las primeras excavaciones datan de 1877 – así como la vasta extensión excavada.

Este castro presentaba varios fosos y varias líneas de muralla, que protegían los dos espacios principales del poblado: la acrópolis y el barrio extramuros. Por lo que respecta a la acrópolis, todavía no se ha esclarecido su uso.

Este es el castro más famoso de todos los de Asturias, cuyas excavaciones se remontan a finales del siglo XIX.

El denominado Recinto Sacro, a los pies de la Acrópolis, es el núcleo más singular del poblado. Sus ruinas se corresponden con dos edificios de cubierta abovedada en su parte central, cabeceras semicirculares, uso de hornos y una enorme tina.

Castro de Neixón (La Coruña)

Declarado Bien de Interés Cultural, acoge dos asentamientos castrexos que se corresponden con la tipología de castros costeros o peninsulares.

Uno de ellos, constituye uno de los primeros yacimientos arqueológicos gallegos, dado que, las excavaciones, comenzaron en las primeras décadas del siglo XX, momento que podría considerarse como los albores de la arqueología.

El Castro de Neixón constituye uno de los primeros yacimientos arqueológicos gallegos-

Este yacimiento, conocido popularmente como popularmente el castro Pequeño, fue habitado hace más de 2.500 años. El castro Grande presenta una ocupación más tardía, seguramente motivada por el abandono del castro Pequeño. Se estima que, en torno al siglo III, fue igualmente abandonado.

Castro de Peñalba (Pontevedra)

Datado hacia los siglos VIII – VII a.C., es considerado uno de los castros más antiguos de Galicia.

Situado a 423 metros de altitud, está formado por dos terrazas. La inferior, rodeada por una muralla, que cumplía un papel defensivo y de contención de la tierra, lo que permitía el asentamiento.

Datado hacia los siglos VIII – VII a.C., es considerado uno de los castros más antiguos de Galicia.

La antigüedad de este castro ha sido establecida a partir del descubrimiento de semillas y cereales calcinados como consecuencia de un devastador incendio, que tuvo lugar durante la época de habitabilidad del poblado.

Asentamiento vetón de Las Cogotas (Ávila)

Fuera de Galicia también es posible encontrar vestigios de la cultura céltica en la península. En Castilla y León, concretamente en la provincia de Ávila, nos encontramos con el asentamiento vetón de Las Cogotas.

El pueblo vetón fue otro de los que habitaron la península Ibérica desde finales del siglo V a.C. y se enmarca dentro de lo que se denomina cultura céltica. Sus poblados se denominan igualmente castros y, entre los más destacados, se encuentra el castro de Las Cogotas.

En Ávila se encuentra un magnífico ejemplo de castros del pueblo Vetón, otro de los que habitó la península Ibérica y que formaba parte de la cultura céltica.

Este pueblo amurallado consta de dos recintos fortificados a diferente altura. El superior, se corresponde con la acrópolis; el inferior se ha considerado el lugar en el que encerraban al ganado.

Este asentamiento es de suma importancia ya que, por sí solo, se ha definido cómo era la vida en la Edad del Hierro en la Meseta occidental española.