Los 8 pueblos más bonitos de Albacete

Parte de la comunidad de Castilla La Mancha, la provincia de Albacete se ubica al sureste de España, limitando con la Comunidad Valenciana y Murcia. Es una región llena de historia y encanto, que bien vale la pena recorrer.

Podrás disfrutar de hermosos paisajes y edificios históricos, que te transportarán a un pasado glorioso. Hay numerosos pueblos ocultos en sus sierras, que esconden rincones que te sorprenderán, como una piscina natural o fuentes hechas en la roca.

En esta región, destacan los lugares que se han decretado Conjunto Histórico-Artístico y miradores con vistas que no podrás creer. Te invitamos a conocer los pueblos más bonitos de Albacete, un destino que no te decepcionará en tus próximas vacaciones.

Jorquera

El río Júcar tiene en su recorrido varios meandros, que han sido usados como enclave de diversos pueblos. Esto les daba una ubicación privilegiada para defenderse de los ataques y control sobre una extensa área a su alrededor.

Una de estas maravillas que ha llegado hasta nuestros días, es el impresionante pueblo de Jorquera, al noreste de la provincia de Albacete. Uno de los lugares a visitar, es la iglesia de Santa María de la Asunción, construida en el siglo XVI, con elementos de transición entre el gótico y el renacentista.

Se dice que el Cid Campeador se alojó en el castillo de Jorquera cuando se dirigía a Valencia, para su conquista.

Siguiendo el recorrido por sus hermosas calles, te encontrarás con la casa del Corregidor, un edificio que se remonta al siglo XVIII, con un marcado estilo barroco. Recorriendo su fachada, podrás disfrutar de distintos escudos labrados, pertenecientes a varias familias ilustres.

La zona amurallada de Jorquera es imponente, con algunas áreas muy bien conservadas, muestra de la arquitectura almohade que dominaba la región en la época musulmana. Y no puedes dejar de ir a los miradores, desde donde tendrás una completa vista del pueblo sobre el meandro.

Yeste

En lo alto de la sierra del Segura se levanta este pueblo, destacando en la distancia las torres de su castillo imponente. Este se ubica en pleno centro de la localidad, con un estilo que recuerda su papel como fortaleza de la época musulmana.

Luego de disfrutar un recorrido por el castillo, sigue al Palacio de la Vicaria, un edificio de corte renacentistas, que servía de alojamiento a los vicarios de la Orden de Santiago. De ahí, sigue hasta la iglesia de Asunción de Nuestra Señora, la cual data de los siglos XV y XVI.

En Yeste se celebra la romería de San Bartolomé la noche del 23 al 24 de agosto de cada año, llevando al santo hasta su Ermita en lo alto del pueblo, en medio de celebraciones.

Lo primero que llama la atención, es el reloj ubicado en el campanario, que destaca desde lejos y sus naves se encuentran unidas en una estructura en forma de T. Podrás apreciar la mezcla de elementos góticos y renacentistas, que evidencian su construcción en la transición entre los dos estilos arquitectónicos.

Muy cerca de la iglesia, llegarás al Palacio del Ayuntamiento, construcción del siglo XVIII, donde destacan los arcos del porche y los escudos labrados en su fachada. Para concluir, no dejes de ir al Convento de San Francisco, construido por los pobladores de Yeste en el siglo XVII.

Letur

Conocido como la perla de la sierra del Segura, indudablemente es uno de los pueblos más hermosos de Albacete, que no debes dejar de conocer. Se encuentra a unos 120 kilómetros de Albacete, en las cercanías del pueblo de Yeste.

Su casco histórico fue nombrado Conjunto Histórico-Artístico en 1983, debido a su bien conservada arquitectura de estilo medieval-árabe. El pueblo está rodeado de hermosos parajes naturales y, su ubicación privilegiada te permite admirar el valle desde sus miradores.

Aquí podrás bañarte en una piscina natural que se encuentra en medio del casco histórico, el Charco de los Canales de Letur.

Recorre sus hermosas calles, para conocer sus edificios históricos, como la Iglesia de Santa María de la Asunción. Ubicada en la plaza mayor, fue construida en el siglo XV, con un estilo gótico tardío, hermosas puertas de madera y mosaicos que decoran su entrada.

No puedes dejar de ir a la Puerta del Sol, una de las antiguas entradas a la zona amurallada, que está muy bien conservada. De ahí, camina hasta el arco de Las Moreras, que forma parte de un antiguo acueducto romano.

Letur tiene mucho para ver, y no puedes perderte un recorrido por la calle Albayacin, formada por plazoletas y callejuelas de puro estilo árabe. Otra atracción arquitectónica es el Palacio del Ayuntamiento, con dos hermosos arcos en su entrada y la fuente de piedra que lo acompaña.

Riópar Viejo

Si quieres conocer un poco de la historia de la provincia de Albacete, tienes que visitar este encantador pueblo medieval. Actualmente, está casi deshabitado, pero se han recuperado muchas de sus edificaciones y es un paseo que merece la pena hacer.

Se encuentra situado a unos 3 kilómetros del pueblo de Riópar, sitio donde migraron la mayoría de sus pobladores desde el siglo XVIII. Esto para trabajar en las Reales Fábricas de Bronce y Latón, que era la principal fuente de trabajo de la zona.

Uno de los rincones secretos de Riópar Viejo es su fuente, oculta entre dos rocas naturales  y a la que accedes bajando unas pequeñas escaleras.

Desde lo alto de su castillo, de estilo mudéjar, podrás apreciar hermosas vistas del valle del río de la Vega. Además, algunas tumbas a cielo abierto, las cuales se cree podrían pertenecer a suicidas, no bautizados y herejes, los cuales no podían ser enterrados en los cementerios.

Al recorrer sus calles empedradas, te encontrarás con el museo del esparto, donde conocerás mucho de la agricultura tradicional de la región. No dejes de visitar la iglesia del Espíritu Santo, construida hacia el siglo XVIII y uno de los templos románicos que se ubica más al sur de la Península Ibérica.

Aýna

Conocida como la Suiza manchega, esta localidad se ha vuelto particularmente conocida por ser una de las principales locaciones de la película “Amanece que no es poco”. Aýna se ubica en la cima de una roca a los pies del río Mundo, parte de la sierra del Segura.

En las terrazas de sus laderas, se cultivan diversas hortalizas y se aprecian desde jabalíes hasta cabras monteses recorriendo estos parajes. Cuando entras al pueblo, te encuentras con el primer mirador, conocido como el del sidecar, que recuerda la filmación de la película.

Luego, llegas a la Plaza Mayor, la cual tiene forma alargada y rodeada por gradas, que sirven para ver los toros durante sus fiestas. Desde ahí, tienes que visitar uno de los lavaderos que usaban las mujeres para hacer la colada.

Una visita a Aýna no estaría completa sin hacer el recorrido “Amanece que no es poco”, donde te adentrarás en los escenarios de la película.

En la calle principal del pueblo, tendrás acceso al mirador de Los Picarzos, desde donde apreciarás las vistas impresionantes de las montañas frente al pueblo. El Balcón de los Moros, en la calle Castillo, permite apreciar la entrada a la llamada cueva de los Moros.

Muy cerca de la cueva, se encuentran los restos del castillo de la Yedra, que se remonta al siglo XIII. En el casco del pueblo no dejes de visitar la iglesia de Nuestra Señora del Alto y las calles de Barranco Alto y Bajo, donde se aprecian las características más típicas de los pueblos serranos.

Alcaraz

Ubicado en la sierra de Alcaraz, es uno de los pueblos con mayor encanto de Albacete, tanto por su arquitectura como su riqueza cultural. Se ubica a 962 metros de altura, rodeado de cerros y constituyendo uno de los conjuntos histórico-artísticos mejor conservados de la región.

Su visita debe empezar en la Plaza Mayor, que tiene una forma rectangular, con un estilo marcadamente renacentista. Lo primero que te llamará la atención son sus dos torres enfrentadas, que flanquean la entrada a la plaza.

Alcaraz es famoso por sus alfombras, parte de su pasado musulmán, con un tramado original y complejo, apreciadas en todo el mundo.

Al dar un vistazo a tu alrededor, te encontrarás con la lonja de Santo Domingo, con 5 arcos hacia el interior de la plaza. Además, se encuentra la lonja del Alhorí, de corte plateresco, la lonja de la Regatería y la del Corregidor.

Si sigues por la calle Mayor, pasarás por hermosas casas señoriales, con escudos labrados en sus portales. Al final de la misma, se llega a las ruinas del antiguo acueducto que llevaba el agua a la ciudad y del que se mantienen 5 de los arcos originales.

Lietor

Otro de los pueblos enmarcados en la sierra del Segura, que está lleno de historia y lugares hermosos para recorrer. Tiene un diseño típico de la época árabe medieval, caracterizado por calles estrechas y empinadas, donde te encontrarás con casas señoriales a cada paso.

Hay mucho que ver en este pueblo, comenzando por el Convento de San Juan de la Cruz, que fue antiguamente de los Carmelitos Descalzos del siglo XVII. Lo más increíble de este lugar, es el conjunto de momias incorruptas, que se encuentran en su cripta subterránea, con más de 200 años.

En Lietor hay 3 miradores, destacando el de Pilancón, al que se llega por una escalera que da acceso a unas cuevas que llevan el mismo nombre.

Uno de los lugares más hermosos de Lietor, es la Ermita de Belén, con murales pintados con un estilo ingenuo colorista. Estas pinturas se atribuyen a un artista anónimo y es considerada la mejor colección de pintura de tipo popular de su época para España.

Las maravillas de este pueblo son muchas y no puedes perderte una visita a la Fuente del Pilar, totalmente decorada con azulejos provenientes de Manises. También, el pintoresco Lavadero del Ramblón, usado por las mujeres del pueblo en la década del 50.

Alcalá de Júcar

Uno de los pueblos más espectaculares de todo Albacete, se ubica al noreste de la provincia, sobre lo que se llama la hoz del Júcar. Al aparecer ante tus ojos, quedarás impactado por la vista de sus casas excavadas en la piedra del meandro donde se levanta.

Debido a su importancia histórica y su arquitectura, fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1982. La entrada a este pintoresco pueblo se hace por su Puente Romano, desde el que puedes acceder a la llamada “ruta del agua”, que va bordeando al pueblo por una caminería entre el río y el meandro.

La plaza de toros de Alcalá de Júcar tiene forma elíptica, semejando un estadio romano, siendo considerada una de las más antiguas de España.

Cuando entras, te encuentras con su casco antiguo, lleno de estrechas calles empinadas, y podrás llegar a la iglesia de San Andrés, que data del siglo XV. Luego, sigues el recorrido hasta el castillo, ubicado en la parte más alta del pueblo, de origen musulmán, de pequeño tamaño, pero muy sólido y desde donde podrás tener hermosas vistas del pueblo.

Parte de las casas de Alcalá de Júcar han sido excavadas en el meandro, por lo que algunas cuevas naturales están habitadas. Algunas de estas se pueden visitar, como la Cueva del Diablo, la de Masagó y la del Duende.