7 plantas venenosas en España con las que debes tener cuidado

Algunas de las plantas que pueden tener efectos nocivos para la salud de los humanos y también de los animales están más cerca de lo que crees. Sabemos que las distintas especies vegetales nos aportan no solo su belleza, sino un sinfín de beneficios, siendo esenciales para el propio equilibrio del Planeta. Aun así, algunas contienen en sus hojas y flores sustancias tóxicas que pueden llegar a ser peligrosas. Muchas crecen en campos, bosques y zonas montañosas, pero otras, por su valor ornamental, también están en entornos urbanos, parques y jardines, por lo que no está de más conocerlas para tomar las debidas precauciones.

Ingerir accidentalmente una parte de alguna de estas plantas, o entrar en contacto con ellas, puede provocar reacciones muy diversas, desde trastornos gastrointestinales hasta afecciones en los ojos y en la piel. En caso de ingesta en dosis elevadas, algunas  pueden resultar letales.

Tanto si te gusta el senderismo y sales con frecuencia a recorrer campos y caminos, como si estás pensando en renovar las plantas de tu jardín, descubre 7 plantas venenosas en España con las que debes tener cuidado.

Adelfa

La Nerium Oleande,r más conocida como adelfa o laurel de flo,r es un arbusto de apariencia inofensiva pero realmente tóxico. Sus bonitas flores de colores, que van del blanco al rosa intenso, es el principal motivo de su uso en parques, jardines o medianas de carreteras. Además, es una planta resistente, poco exigente en cuanto a riego y cuidados y de crecimiento rápido. Todo son ventajas si no fuera porque es una planta venenosa.

Principalmente la savia de sus hojas y tallo contiene oleandrina, una sustancia altamente tóxica cuya ingesta no solo provoca vómitos o diarreas, sino que afecta peligrosamente al ritmo cardiaco pudiendo, en dosis altas, resultar letal. Incluso en caso de incendio, la propia combustión de esta planta y los gases desprendidos podrían suponer un riesgo adicional para la salud.

Estramonio

El estramonio es una planta herbácea originaria de América pero que, en la actualidad, crece en muchas zonas de climas templados, incluyendo áreas de España. Por la forma de campanilla de sus flores se la conoce como trompeta de ángel y también como ‘hierba del diablo’ algo que ya da una idea de lo peligrosa que es.

Puede crecer casi en cualquier sitio: descampados, cunetas, huertos descuidados, orilla de ríos, cultivos en barbecho… por suerte, desprende un olor desagradable que hace que no resulte apetecible acercarse a ella pero, aun así, su ingesta accidental puede tener efectos dañinos graves.

Sus llamativas flores guardan en su interior las semillas, donde se concentran las mayores cantidades de atropina y de escopolamina, sustancias psicotrópicas alucinógenas, altamente tóxica, asociadas durante siglos a prácticas de vudú y brujería.

Tejo

El taxus baccata o tejo es un árbol extraordinario, de hoja perenne, tipo conífera y una especie vegetal actualmente protegida tras años de tala indiscriminada. En España hay algunos ejemplares milenarios de gran valor, como el de tejo de Bermiego (Asturias). Es en el norte peninsular donde mejor se da, aunque también pueden encontrarse en El Bierzo (León) y en algunos de los valles del Pirineo aragonés.

Pese al misticismo y las leyendas que rodean al tejo, este árbol es altamente tóxico, por lo que hay que contemplar su belleza sin acercarse demasiado. Es una de las plantas más venenosas que se crecen en España, ya que, en todas sus partes (hojas, ramas, tronco) contiene taxina, un tipo de alcaloide muy perjudicial para personas y animales que puede provocar bajada de la tensión arterial, vómitos, convulsiones y ser mortal en caso de ingesta elevada.

Como contraprestación, desde hace unos años se estudian los posibles efectos beneficiosos de algunas de las sustancias que guarda el tejo, que pudieran ser eficaces en el tratamiento de distintas enfermedades, entre ellas, el cáncer.

Acónito

Sus bonitas flores de color azul – púrpura engañan, porque el acónito es una de las plantas más venenosas que crece en Europa, especialmente en zonas de alta montaña y también en áreas sombrías y húmedas, generalmente próximas a ríos.

La también llamada matalobos (para que te hagas una idea de su peligro) es una plata herbácea de la familia de las Ranunculáceas, que encierra en sus hojas, flores, tallos y raíces un potente alcaloide, la aconitina, altamente tóxico.

Adelfa, hortensia o acónito son algunas de las plantas venenosas que crecen en España, escondiendo sustancias tóxicas en sus hojas y llamativas flores

De esta planta existen distintas variedades, siendo la más peligrosa el aconitum napellus. Su ingesta puede causar graves efectos en el sistema cardiovascular y también se han dado casos de intoxicaciones por el mero contacto con la piel, por lo que su manipulación siempre debe hacerse tomando las debidas precauciones (guantes).

Aunque el acónito se da en el clima fresco de la montaña. no es excepcional encontrarlo en áreas ajardinadas donde se dan las condiciones idóneas para su crecimiento. Tanto si practicas senderismo en alguna de las cordilleras y sistemas montañosos de la Península Ibérica, principalmente en los Pirineos, como si sospechas que esa llamativa planta de flores azules puede ser un acónito, mejor ni te acerques.

Hortensia

Aunque el grado de peligrosidad de las hortensias no es comparable al de las plantas anteriores, lo cierto es que sí esconde tras sus vistosos colores sustancias tóxicas que, ingeridas en grandes cantidades, podrían provocar efectos perjudiciales más o menos graves.

La hortensia es una planta ornamental muy apreciada a la hora de alegrar patios y jardines por sus grandes flores de variados colores y, aunque en principio no es altamente venenosa, es importante tener con ella cierta precaución, especialmente si se tienen mascotas que pudieran verse tentadas a probarlas.

Su peligrosidad radica en distintos componentes presente en sus hojas y también en sus flores, principalmente glucósidos de ácido cianhídrico e  hidrangina, un principio activo de elevada toxicidad.

Comer una gran cantidad partes de hortensias (algo poco probable) podría tener consecuencias muy negativas, desde  mareos y vómitos hasta arritmias y dificultades respiratorias.

Cicuta

La conium maculatum es una peligrosa planta herbácea cuyo veneno puede resultar mortal. Crece de manera silvestre en muchas zonas de España, entre la maleza del campo, al borde de los caminos o incluso en parcelas y jardines.

Puede superarlos dos metros de altura y se reconoce por su tallo hueco en cuya base suelen aparecer manchas rojizas. Florece en verano dando pequeños ramilletes de flores blancas. Hay que tener cuidado porque puede confundirse con otras plantas herbáceas de aspecto parecido.

La cicuta es altamente tóxica, de hecho es un veneno conocido desde la antigüedad. Los responsables de su peligrosidad son los alcaloides que contiene, entre los que destaca la coniína, también llamada cicutina, capaz de afectar al sistema nervioso llegando a provocar parálisis parcial o incluso general ante una ingesta elevada. Solo unos gramos de sus frutos o semillas pueden resultar letales.

Filodendro

No solo las plantas venenosas están en el entorno exterior que nos rodea. Algunas de las que se utilizan para decorar y llenar de vida cualquier rincón de la casa también poseen un grado de toxicidad más o menos elevado. Es el caso de Filodendro, una popular planta de interior de la que existen numerosas variedades que se caracterizan por sus hojas, generalmente de buen tamaño y de color verde intenso.

Esas bonitas hojas contienen cristales de oxalato de calcio, una sustancia tóxica para personas y animales. Aunque los síntomas que provoca esta sustancia suelen darse al masticar sus hojas, también se han dado casos de reacciones en forma de erupciones cutáneas o dermatitis al simple contacto.

Los cristales de oxalato provocan irritación e hinchazón en los labios, la boca y el tubo digestivo, es decir, al ingerir una parte del vegetal, el contacto con su savia alterará todos los tejidos internos y mucosas del tracto digestivo. La inflamación y la irritación pueden llegar a alcanzar niveles realmente severos y peligrosos, especialmente en el caso de niños pequeños y mascotas.