España es tierra de castillos, ya que se estima que, repartidos por toda la geografía, puede haber más de 10.000 construcciones defensivas de este tipo. La mayoría surge en la etapa del Medievo y cada uno de ellos guarda entre sus muros un pedacito de historia. Los hay actualmente inmersos en el casco antiguo de villas y ciudades y también en lo alto de escarpados cerros, vigilantes frente al enemigo, pero todos tienen un encanto muy especial que permite viajar en el tiempo. Aunque la selección no es sencilla, te presentados 12 castillos de España que te encantará visitar por la experiencia que supone descubrir algunos de sus secretos dejando volar la imaginación.
Castillo de Olite (Navarra)
El Palacio Real de Olite, Monumento Nacional desde 1925 es uno de los castillos más bellos de España, con sus espléndidas torres, de formas caprichosas, que le dan un aire de castillo ‘de cuento’. Se encuentra en el casco histórico medieval de Olite, magníficamente conservado y, tras pasear por sus calles empedradas, visitar el castillo es visita ‘obligada’. Fue construido en el siglo XV, sobre una antigua fortaleza del XIII y para hacerlo se emplearon los materiales más lujosos y exquisitos de la época.
Su particular arquitectura y los elementos decorativos con los que cuenta, crearon, en su momento, una armoniosa combinación entre el estilo gótico francés y decoración mudéjar que logró un resultado elegante y armonioso, al gusto del rey Carlos III ‘el noble’.
El castillo se divide en dos partes: el palacio viejo, hoy actual parador de Olite y el palacio nuevo, restaurado en 1937 y que puede recorrerse para realizar un inolvidable viaje al Medievo. Las cámaras reales, las coquetas torres: del Homenaje, de las Tres Coronas y de Los Cuatro Vientos, el pozo de hielo, estancia destinada a almacenar alimentos y, por supuesto, los encantadores jardines hacen que la visita resulte inolvidable.
Castillo de Bellver (Palma de Mallorca)
A unos tres kilómetros de la ciudad de Palma, se eleva sobre una colina el Castillo de Bellver, con su inconfundible silueta, ya que, se trata del único castillo gótico de planta circular de toda Europa.
Fue mandado a construir, en los inicios del siglo XIV, por Jaime II como residencia de los reyes de Mallorca, por lo que, su sobrio aspecto exterior de castillo – fortaleza esconde un interior palaciego, a la altura de una residencia real.
Del original castillo destaca su patio de armas, también en forma de perfecto círculo, y las cuatro grandes torres, todas encastradas en la propia muralla defensiva menos la Torre Mayor o del Homenaje. Del patio central parten las estancias que estuvieron dedicadas al servicio, y en una segunda planta, se encuentran las habitaciones nobles.
En el recorrido por el castillo se aprecian los distintos elementos decorativos góticos: arcos, bóvedas o ventanas geminadas. Las maravillosas vistas de la bahía de Palma añaden valor al conjunto de la visita.
Castillo de Loarre (Huesca)
El majestuoso castillo de Loarre es una fortaleza románica, magníficamente conservada, que permanece impasible, desde el siglo XI, en una escarpada colina, vigilando la localidad oscense de Loarre. Impresionan sus dimensiones y la solidez de sus torres y muros infranqueables, no en vano ha sido escenario de series y películas como ‘El reino de los cielos’ de Ridley Scott.
En el entorno natural único del pre Pirineo aragonés, el recorrido por el castillo permite la inmersión total en el Medievo. Protegido por un cinturón amurallado son muchos los puntos de interés del castillo. La torre de La Reina, el patio de armas, la excepcional Iglesia de San, Pedro o la espléndida torre del Homenaje, con más de 30 metros de altura, son solo algunos, a los que hay que añadir las puertas lombardas y el sinfín de escaleras, pasadizos, bóvedas… que crean el ambiente ‘mágico’ del espectacular castillo.
Castillo de Peñafiel (Valladolid)
El castillo de Peñafiel es una particular fortaleza medieval que, en la actualidad, alberga la sede del Museo Provincial del Vino. Cuenta la historia que sus primeras piedras fueron colocadas por orden de Sancho García, conde de Castilla, que arrebató la plaza a Almanzor y declaró que ésta sería la ‘peña más fiel de Castilla’.
El castillo fortaleza ha experimentado distintas modificaciones arquitectónicas, pero sigue llamando la atención su planta y su estructura alargada, que se adapta a las características de la colina en la que se eleva, adoptando una curiosa forma que recuerda a la de un barco.
Desde el castillo, las espectaculares vistas permiten contemplar tres valles: el del Duero, el del Duratón y el de Arroyo Botijas. En su interior, hay que fijarse en los imponentes muros, las salas abovedadas y la esbelta torre del homenaje.
Los castillos medievales, repartidos por toda la geografía española, guardan tras sus murallas siglos de historia, arte y cultura
Castillo de Coca (Segovia)
Sobran razones para visitar la localidad segoviana de Coca pero, sin duda uno de ellos es descubrir los secretos de su espectacular castillo, un bello ejemplo de arquitectura defensiva hecha en ladrillo.
Es una edificación del siglo XV y está considerado una de las mejores muestras del arte gótico – mudéjar español. El castillo tiene planta cuadrada, rematada en las esquinas por torres poligonales y, al contrario que otras fortalezas, no se alza sobre una colina sino en una depresión del terreno que hace de eficaz foso natural.
En el interior destacan las distintas salas donde se pueden apreciar estucos mudéjares que crean un bello contraste con la sobriedad del ladrillo exterior.
Castillo de Peracense (Teruel)
Castillo de Peracense (Teruel)
El castillo de Peracense, cercano a la localidad del mismo nombre, es una imponente fortaleza del siglo XII ubicada en un enclave privilegiado de la Sierra Menera, en un terreno abrupto en el que parece ‘camuflarse’ a la perfección con sus murallas rojizas casi del mismo color que la tierra y las rocas que la rodean.
Aunque es poco conocido, la visita a este castillo te encantará, por lo espectacular del entorno y las particularidades de la fortaleza inexpugnable que cuenta con tres recintos amurallados concéntricos, cada uno con características arquitectónicas propias. En su interior, el castillo se estructura en cuatro niveles entre los que se distribuían las antiguas estancias, que pueden recorrerse hasta terminar la visita en el torreón más alto y contemplar las imponentes vistas.
Castillo de Ponferrada (León)
El conocido como castillo de los templarios es una enorme fortaleza, de más de 8.000 metros cuadrados, que guarda en sus murallas siglos de historia. Se estima que el llamado castillo viejo empezó a construirse en el siglo XIV, aunque en el lugar que ocupa, un estratégico punto defensivo, existieron asentamientos que se remontan a la Edad de Hierro, y también fue, en los siglos XII -XIV, encomienda de la Orden de Los Templarios, quienes se encargaron de fortificar la villa de Ponferrada.
El castillo es una imponente y compleja estructura defensiva en la que destacan múltiples elementos que merecen un recorrido detallado. La entrada flanqueada por torres semicirculares, también conocida como Puerta del Puente Levadizo, el castillo viejo, el palacio nuevo, construido en el siglo XV por el primer conde de Lemos, las torres defensivas de la propia muralla y la siempre interesante biblioteca templaria, son una pequeña muestra.
Castillo de Manzanares el Real (Madrid)
Todo un emblema de la localidad madrileña de Manzanares el Real, este castillo es un magnífico ejemplo de arquitectura militar medieval castellana. Data del siglo XV y está excelentemente conservado.
El castillo, ligado a la familia de los Mendoza, duques del Infantado, es una construcción de carácter defensivo, pero también sirvió de residencia a los duques, por lo que, su interior se asemeja más a un palacio que a una fortaleza. En él predomina el estilo constructivo gótico, destacando el muro bajo o barbacana que rodea el castillo. Las torres cilíndricas y la torre del Homenaje rematan su particular fachada. En el interior, los grandes salones que apuntan al estilo renacentista y los accesos a los distintos miradores, desde los que disfrutar del paisaje de la sierra madrileña, son parte esencial de la visita.
Castillo de Almodóvar del Río (Córdoba)
En lo alto del cerro de La Floresta y con la población de Almodóvar del Río a sus pies, se alza este bello castillo de origen musulmán, ampliado y reformado durante el Medievo. Visitarlo es un placer no solo por las maravillosas vistas de Sierra Morena que se pueden disfrutar desde su privilegiada posición, sino también por el encanto de sus torres, almenas y patios. Tiene planta rectangular, cerrada por murallas de las que sobresalen 8 torres, una de ellas la del Homenaje que merece especial atención por su magnífica cúpula octogonal.
El castillo se puede visitar por libre, en visitas organizadas y también ofrece visitas teatralizadas.
Alcázar de Segovia
El monumental alcázar de Segovia es un castillo palacio del siglo XII testigo de mil batallas y acontecimientos históricos. Vigila la ciudad desde su atalaya, como si fuera un imponente buque varado en un tajo entre los valles Eresma y Clamores. Para algunos recuerda a los castillos ‘de hadas’ de Walt Disney, aunque si lo miras bien su carácter de fortaleza resulta evidente.
Aquí vivió el rey Alfonso X el Sabio y tras múltiples remodelaciones (especialmente tras el grave incendio de 1862) hoy es Monumento Histórico Artístico y Patrimonio de la Humanidad.
En la visita a Segovia, no puedes dejar de adentrarte en el castillo y recorrer sus salas. Principales, decoradas con valiosas obras de arte. La torre de Juan II, el patio de armas, el patio del reloj, y las estancias del Palacio de los Reyes de Castilla, con la sala del Trono, con el espectacular artesonado mudéjar, la sala de Ajimeces, la Cámara Regia y bella Sala de Reyes son algunos puntos esenciales del recorrido, que hacen la visita inolvidable.
Muchos de los castillos que puedes visitar se encuentran en entornos privilegiados y son los mejores miradores para descubrir ciudades y paisajes
Castillo de La Mota (Valladolid)
En la ciudad vallisoletana de Medina del Campo se encuentra este castillo del que se desconoce la fecha exacta de construcción, aunque su aspecto actual corresponde al siglo XV. Visitar la fortaleza es adentrarte en la historia, ya que en sus muros han sido testigos de múltiples acontecimientos relevantes, desde el encierro de la princesa Juana (La loca), hasta la fuga de César de Borgia en la Guerra de las Comunidades de Castilla (siglo XVI).
Se cree que el castillo está edificado apoyándose en las antiguas murallas del siglo XII y en la sólida fortaleza destaca la imponente torre del homenaje y la barrera defensiva que rodea todo el conjunto, protegida, además, por un gran foso.
Castillo de Peñíscola (Castellón)
El castillo de Peñíscola, donde durante todo el año se celebran numerosos eventos culturales, es una magnífica fortaleza que mira al Mediterráneo desde lo más alto de la pequeña península que cierra la bahía.
Se trata de una fortaleza templaria del siglo XIV en la que también vivió Benedicto XIII, el Papa Luna, que parece envuelta en cierto aire de misterio.
Es un recinto defensivo, totalmente amurallado, donde predominan los elementos arquitectónicos de las primeras manifestaciones del gótico. Ya en el interior, en el recorrido no pueden faltar el patio de armas, las caballerizas, el curioso aljibe, el gótico salón del trono y, por supuesto, las dependencias pontificias.