En toda parte en que se encuentran, las cascadas representan la magia y el poder de la naturaleza. Encontrándose en diferentes tamaños, alturas y en distintos paisajes naturales, son capaces de dejar a las personas sin aliento y de generar hermosas experiencias de viaje. Por eso, en esta ocasión, queremos contarte acerca de 11 cascadas en España que debes conocer porque no dejarán de sorprenderte.
La Cascada de Ézaro, en A Coruña
Una de las primeras cascadas en España de la que queremos hablar es la cascada de Ézaro, debido a que es una de las más peculiares. Una de sus singularidades tiene que ver con que vierte directamente sobre el mar, lo que hace que visitarla sea algo realmente espectacular. Además, si se la ve por la noche, la luz de la luna y los colores de la ciudad le dan un toque impresionante.
La Cascada de Pedrosa de Tobalina, en Burgos
En segundo lugar, queremos hacer referencia a otra de las cascadas más visitadas en España debido a su encanto. Cuenta con más de 100 metros de ancho, lo que hace que se trate de una visita imponente, a la vez que tiene una altura de 12 metros. Durante los meses de verano, los visitantes pueden darse chapuzones a los pies de la cascada. Además, en los momentos de crecimiento del río Jerea, se genera aquí una de las postales naturales más hermosas del país.
La Cascada de Colores, en La Palma
A diferencia de las cascadas en España mencionadas con anterioridad, esta se caracteriza por no tener una gran altura, a la vez que no deja paso a una imponente cantidad de agua. Sin embargo, la Cascada de Colores en La Palma es considerada como una visita ineludible para los amantes de la naturaleza. Esto se debe a que es una cascada que yace escondida en el barranco de las Angustias de la Caldera de Taburiente. El nombre viene, en particular, del efecto de color que esta cascada genera en la piedra, en tonos que van desde los verdes hasta los naranjas.
Los Chorros del Río Mundo, en Albacete
Para ver bellas cascadas, es necesario acercarse también al Río Mundo. Este cae en cascada desde el nacimiento, generando una formación kárstica. Si bien es una excelente alternativa para visitar en el verano, también lo es en otras épocas del año. Uno de sus momentos más destacados es hacia fines del invierno o comienzos de la primavera, donde se da un fenómeno natural que ha sido bautizado como “reventón” y que consiste en un aumento considerable en las proporciones de caída de agua.
La Cascada La Cimbarra, en Jaén
Esta bella cascada se ubica cerca del Parque Natural de Despeñaperros y es formada por el río Guarrizas. Si bien son varias las cascadas que se pueden encontrar en esta zona, lo cierto es que esta es una de las más visitadas, por ser considerada de las más espectaculares gracias a sus 20 metros de altura. Además, es capaz de una gran cantidad de agua en los momentos en que el río crece.
La Cola de Caballo, en Huesca
Sin lugar a dudas, no es posible hablar de cascadas en España sin hacer referencia a una de las más espectaculares y más visitadas por los turistas: la Cola de Caballo. Ubicada en el corazón del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, esta cascada es considerada como la más bella de los Pirineos y se requiere de hacer un recorrido caminando para poder llegar a ella. Sin embargo, una vez que se está ahí, el paisaje es muy imponente.
El Pozo de los Humos, en Salamanca
El río Uces tiene una precipitación de cerca de 50 metros de altura en los Arribes del Duero, en Salamanca. Especialmente en los momentos en los que el cauce del río es más abundante, la nube de vapor es de tal magnitud que se eleva, generando la sensación de estar en medio del humo. La mejor época para visitar esta cascada es en los meses de invierno, debido a que el cauce tiende a ser más grande.
El Monasterio de Piedra, en Zaragoza
Sin lugar a dudas, esta es una de las cascadas en España más impresionantes para visitar. Se ubica en el Parque Natural del Monasterio de Piedra, donde el agua es el factor dominante. Las características naturales de este espacio dan lugar a distintos saltos de agua que pueden ser disfrutados por los visitantes a lo largo de todo el año.
El Salto del Nervión, en Álava y Burgos
Para los amantes de los paisajes vertiginosos, esta cascada es imprescindible. Este salto tiene una altura de nada menos que 200 metros y puede ser vista desde el mirador del Nervión, cerca del puerto de Orduña. Especialmente en las épocas de lluvia y de deshielo, como la primavera, el paisaje que esta cascada genera es de los más imponentes de España.
La Cascada de Orbaneja del Castillo, en Burgos
Un aspecto que diferencia a esta cascada respecto de las mencionadas con anterioridad tiene que ver con que el agua nace de una cueva que se ubica en la parte alta del pueblo. Esto lo que hace es que caiga en un recorrido largo que cruza Orbaneja, hasta que desemboca en el río Ebro. Esta particularidad es la que le ha otorgado a la cascada el apodo de “cascada urbana».
La Cascada del Río Cuervo, en Cuenca
Finalmente, el Río Cuervo es famoso por ser uno de los que nace con más fuerza desde el comienzo. Es esta particularidad la que genera el efecto de que el agua vaya cayendo en una sucesión de varias cascadas que se van desarrollando a lo largo de rocas cubiertas de musgo y rodeadas de una abundante vegetación que combinan con la cascada para generar un paisaje natural espectacular. Hoy en día, te recomendamos visitar esta como parte de tu recorrido por las cascadas en España, debido a que el propio nacimiento del río es considerado monumento natural.